El capitán de Independiente Silvio Romero, habló acerca de las complicaciones y la mala praxis que recibió su hijo al nacer en una charla con Líbero. “Me gustaría tener el superpoder de volver el tiempo para atrás, por mi hijo Mateo. Haría otras cosas y lo traería a la Argentina. Mateo se adelanta, nace casi de siete meses, con todas las complicaciones que contrajo eso. Una mala praxis le produce su falta de oxígeno y todos los problemas que hoy tiene, en un hospital municipal. Estaba estable, salgo con el equipo y cuando hago escala en DF mi mujer me dice que vuelva porque había empeorado», señaló.
«Al otro día estaba un poco mejor y el gobernador tenía el avión disponible por si quería ir a jugar. Llegué para la charla técnica, Ricardo La Volpe me hizo la segunda, jugamos, metí dos goles y ganamos 3-2», agregó.
«Él nació con eso y tuvo que meterle, pero para uno es difícil. Tengo la ilusión de que camine, o que te de un beso, te diga ‘papá’ o ‘te amo’, o a la mamá. Afrontar todo eso es una tarea de todos los días porque son ilusiones que uno tiene y es cada vez más lejano, ves la realidad y te llena el alma y te da cariño desde otro lugar. Lo que había logrado lo va perdiendo muy rápidamente. Antes se comunicaba por medio de una tablet, pero lo fue perdiendo y a uno le duele porque él hace mucho esfuerzo para tratar de darte un mimo, una sonrisa, y de repente lo va perdiendo y es frustrante. Pero al otro día Mateo te sigue sorprendiendo», expresó.
Por último habló acerca de la obra social «Hay mucha burocracia y poca información y poco sentido común. Su patología lamentablemente la va a tener toda la vida y la historia clínica hay que presentarla cada cuatro o cinco meses, como si se fuera a curar, y no va a pasar».